El comienzo de un viaje extraordinario
A mediados del siglo XX se abre un capítulo único en la historia de la emigración española. Miles de campesinos españoles, en busca de una vida mejor, se embarcaron en un viaje a las tierras de cultivo de Quebec, Canadá. Este movimiento de masas formó parte del primer programa organizado de emigración bajo la dictadura de Franco, conocido como "operación bisonte".
La primera ola de emigrantes
En mayo de 1957, cuatro aviones despegaron de Madrid con destino a Montreal. Estos aviones transportaron la primera hornada de emigrantes organizada por la dictadura franquista a través de la Operación Bisonte. El Instituto de Emigración de España, creado apenas un año antes, había puesto en marcha un programa a través de las cofradías campesinas del país para enviar "trabajadores agricolas" a las granjas de Quebec. La región necesitaba urgentemente mano de obra para cuidar las vacas y mantener las granjas.
De España a Quebec
El primer grupo en cruzar el Atlántico estaba formado por 107 parejas de agricultores de regiones como Teruel, Santander, La Rioja, Galicia, Madrid y Castilla León. Estos individuos huían de la pobreza y la miseria que azotaba a España, profundamente arraigada en la autarquía del dictador. Firmaron contratos a ciegas, atando sus destinos a un país del que sabían muy poco. La promesa de una vida mejor estaba envuelta en incertidumbres y misterios.
Establecerse en una nueva tierra
A su llegada a Canadá, las familias se distribuyeron entre varias fincas de la provincia de Quebec. Comenzaron a trabajar para jefes que los trataban con respeto, les ofrecían todas las comodidades de los hogares canadienses y les garantizaban sus derechos. Era un país moderno, tolerante y diverso, la antítesis de la España de Franco.
Una nueva vida en Canadá
La mayoría de estos inmigrantes experimentaron muchas novedades en estos espléndidos hogares: baños, televisores, refrigeradores, aspiradoras. Nunca habían visto algo así en sus aldeas. Había electricidad en las casas, las despensas estaban llenas de comida y tenían los fines de semana libres.
La influencia de la iglesia
Sin embargo, a pesar del marcado contraste entre su vida anterior y la nueva, los inmigrantes no pudieron escapar de la influencia de la Iglesia Católica. Quebec a fines de la década de 1950 estaba bajo el gobierno del primer ministro de ultraderecha Maurice Duplessis, un período marcado por una moralidad asfixiante.
La revolución silenciosa
El "gran oscuridad"dio paso a la"revolución tranquila" en 1960 con la victoria del liberal Jean Lesage en Quebec. La mayoría de los españoles abandonaron las granjas remotas y aisladas tan pronto como pudieron y se instalaron en la próspera Montreal.
El impacto de los inmigrantes españoles en Canadá
En su nuevo hogar, estos inmigrantes españoles no solo se adaptaron sino que también prosperaron. Establecieron negocios, incluidos varios clubes españoles, y nuestra tienda, La Librería Española. Inicialmente abierto para la venta de libros en 1964, acabó convirtiéndose en la principal tienda de productos españoles de la ciudad. Con el lanzamiento del L'Espanola website, ha crecido hasta convertirse en la tienda española líder en todo Canadá.
Conclusión
La historia de estos inmigrantes españoles es un testimonio de la resiliencia del espíritu humano y la búsqueda de una vida mejor. Su andadura, marcada por el coraje y la determinación, ha dejado una huella imborrable en la historia tanto de España como de Canadá. Su espíritu emprendedor también ha contribuido significativamente al tejido multicultural de la sociedad canadiense.